La sexualidad, en muchos casos, trasciende el acto físico y se centra en la mente y el juego con nuestras fantasías. La imaginación es el afrodisíaco más potente.
El fetichismo, un concepto íntimamente ligado al sexo y la sexualidad, se refiere a la excitación sexual provocada por objetos o partes del cuerpo no genitales. Este puede abarcar desde elementos considerados ‘normales’ por la mayoría, hasta otros más ‘perversos’ o inusuales, que podrían escandalizar a algunos. Sin embargo, todos utilizamos nuestra creatividad para hacer el encuentro más emocionante.
Un estudio del departamento de Psicología de la Universidad de Quebec, publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, revela que también en este aspecto, las mentes masculina y femenina difieren. Como alguien dijo una vez, aunque la frase no esté exenta de polémica: “las mujeres vienen de Venus y los hombres de Marte”.
Los investigadores encontraron que las fantasías sexuales más comunes, en este orden:
Fantasías de las mujeres:
- Tener relaciones sexuales en lugares inusuales, incluso insólitos (81.7%).
- Recibir sexo oral (78.5%) o realizar una felación a un hombre (72.1%).
- Ser estimuladas manualmente por su pareja (71.4%) o masturbar a su pareja.
- Acostarse con alguien que no sea su pareja habitual (66.3%).
- Ser sometidas sexualmente (64.6%).
- Tener sexo en público (57.3%).
- Participar en orgías con más de tres personas, incluyendo tanto hombres como mujeres (56.5%).
También podría interesarte:
Fantasías de los hombres:
- Recibir sexo oral (87,6%).
- Participar en un trío con dos mujeres (84,5%).
- Mantener relaciones sexuales con alguien que no es su pareja (83,4%).
- Tener sexo salvaje y apasionado de manera espontánea (82,3%).
- Observar a dos mujeres teniendo relaciones sexuales (82,1%).
- Eyacular sobre su pareja (80,4%).
- Tener sexo en un lugar romántico (78,4%).
- Practicar sexo oral a una mujer (78,1%).
- Ser masturbados por su pareja (76,4%).
- Participar en una orgía con más de tres mujeres (75,3%).
Todo está bastante normal hasta ahora, e incluso podrían ser fantasías aburridas para algunos. Sin embargo, la cosa se pone interesante cuando entramos en el terreno de los fetichismos, esos gustos por partes del cuerpo o prácticas más específicas que elevan la temperatura en algunas personas.
Algunos de los fetiches más extraños
El mundo del sexo y la sexualidad no tiene límites. Cada persona encuentra el placer de manera diferente. No se debe prejuzgar a nadie por sus gustos sexuales, siempre y cuando no impliquen ningún tipo de riesgo para la salud. Aquí hay una lista de algunos de los fetiches más inusuales:
1. Agalmatofilia
¿Quién no ha fantaseado con la idea de darle vida a un maniquí, como en la película ochentera “Mannequin”? La agalmatofilia es una parafilia en la que las personas experimentan atracción sexual y emocional hacia muñecas o estatuas. Para algunos, estas figuras inanimadas no solo representan objetos de deseo, sino que también despiertan profundos sentimientos románticos.
2. Ursusagalamatofilia
Esta filia consiste en vestirse como un animal de peluche. Según el doctor Ian Kerner, un terapeuta sexual de Nueva York consultado por la CBS, existe una gran escena furry en Estados Unidos, donde personas disfrutan antropomorfizando animales y atribuyéndoles cualidades humanas, generalmente características tiernas. En Japón, incluso hay un tipo de anime dedicado exclusivamente a esta filia.
3. Parcialismo
El parcialismo es una atracción sexual hacia una parte específica del cuerpo que no es genital, y a veces, en contextos particulares. Por ejemplo, algunas personas se excitan al ver un pie con tacones presionando el pedal del acelerador de un automóvil, o sujetos a grillos de seguridad. Los pies, los pechos, y las nalgas se consideran los parcialismos más comunes.
4. Salirofilia
Para algunos, bañarse y perfumarse antes de tener relaciones sexuales es esencial, pero para otros, la higiene y la sensualidad de un baby doll no tienen nada de erótico. Por el contrario, disfrutan de la idea de ensuciarse o ensuciar a su pareja durante el sexo. Esto puede incluir despeinar a la pareja, correrle el maquillaje, o romperle la ropa. El desorden intencional se realiza con el propósito de aumentar la excitación, y la culminación del acto puede ser secundaria. A menudo, estas prácticas incluyen fantasías de dominación y sumisión. Es importante no confundirlo con la coprofilia, que es completamente diferente.
5. Infantilismo parafílico
Este fetiche involucra a personas que disfrutan el utilizar pañales y actuar como bebés. Es más común en hombres que en mujeres. Según los terapeutas, los pañales son un símbolo que representa la infancia y la libertad.
6. Hibristofilia
Las mujeres con hibristofilia se sienten atraídas por criminales de todo tipo, incluso por aquellos encarcelados por delitos graves. Este fenómeno suele ocurrir “si el criminal es atractivo, ha tenido presencia en los medios y ha ganado cierta notoriedad”. En casos menos extremos, a estas mujeres les gustan los “chicos malos”, sin que necesariamente sean delincuentes.
7. Hematofilia o hematolagnia
Esta filia, que ha ganado popularidad gracias series y películas sobre vampíros, implica la inclusión de sangre en las actividades sexuales. Puede manifestarse en el uso, la presencia o el consumo de sangre durante el sexo, o en pensamientos eróticos relacionados con la sangre. Estudios revelan que efectivamente han aumentado las fantasías vampíricas, aunque esto no implica necesariamente un consumo real de sangre.
8. Mecanofilia
Aunque los anuncios de televisión a veces sugieren que un auto puede ser sexy, para quienes tienen mecanofilia, vehículos, aparatos y gadgets en general se convierten en el foco de la excitación sexual. El doctor Kerner señala que, en general, quienes sienten esta atracción suelen experimentar un componente exhibicionista hacia las máquinas, así como elementos de sumisión y dominación en la interacción con estos objetos.
9. Claustrofilia
Al igual que la claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados, la claustrofilia es la excitación que se experimenta en lugares extremadamente reducidos. Esta fijación es más común de lo que se podría pensar. Los baños, por ejemplo, son uno de los espacios favoritos para quienes tienen claustrofilia.
10. Dacryfilia o dacrilagnia
A pesar de que un estudio reciente sugiere que las lágrimas pueden inhibir el deseo sexual, hay personas que encuentran excitante hacer llorar a su pareja. La excitación que sigue a hacer llorar a alguien se conoce como dacryfilia o dacrilagnia. Siempre que el juego sea consensuado, no hay motivo de preocupación. Sin embargo, los terapeutas afirman que todos los fetiches y compulsiones sexuales tienen el potencial de volverse patológicos.
11. Autoandrofilia
La autoandrofilia es cuando una mujer se excita al vestirse como hombre o fantasear que es un hombre durante los preliminares y el acto sexual. Este fetiche puede encontrarse tanto en mujeres heterosexuales como homosexuales, y es una constante en su vida sexual.
12. Acrotomofilia
Una de las fijaciones más inusuales es la atracción sexual hacia personas con amputaciones o discapacidades que utilizan muletas o sillas de ruedas. Los términos “devotee” y “wannabe” describen a estos individuos. Los “devotees” experimentan admiración y deseo sexual, mientras que los “wannabes” sienten envidia de las lesiones ajenas.
13. Somnofilia
No es solo un cuento de hadas; muchas personas disfrutan ver o tocar a sus parejas mientras están dormidas. Muchos le llaman a esto “el fetiche de la bella durmiente”, que a menudo implica dinámicas de poder y sumisión, ya sea tener a alguien bajo tu control o ser completamente sometido.
14. Máscaras
Si eres de los que usa una máscara ocasionalmente durante el sexo, esto no necesariamente indica un fetiche. Los expertos consideran que es un fetiche cuando la máscara se convierte en el único elemento necesario para la excitación sexual. Es decir, si la máscara es imprescindible para que la experiencia funcione, entonces es un fetiche.
15. Odaxelagnia
¿Te excita morder a tu pareja o ser mordido por ella? Si respondiste afirmativamente a alguna de estas preguntas, podrías estar experimentando odaxelagnia. A diferencia de la hematofilia, en el caso de la odaxelagnia no se requiere chupar sangre; el enfoque está en la excitación derivada del acto de morder.
¿Te identificas con alguno de estos fetiches, o tienes alguna fantasía que quieras contarnos? Cuéntanos a nuestro email contacto@voyeurbanmagazine.com y lo compartiremos de manera anónima (si lo deseas).